En la Audiencia Pública N°3 se presentó un proyecto urbanístico de Eidico, de 160 hectáreas a la vera del Quilquihue

Este lunes 8 de abril se llevó a cabo la Audiencia Pública N°3 para analizar los ordenadores urbanísticos del proyecto de desarrollo urbano denominado Fideicomiso Nuevo Lolog. Presidiendo la audiencia estuvo el concejal Pablo Padilla, y el concejal Carlos Menéndez participó como secretario. Asimismo, estuvieron presentes como proponentes representantes de Eidico, la empresa desarrolladora, así como funcionarios del área de Planificación municipal.

Los desarrolladores presentaron un proyecto definido como un espacio abierto, el cual consiste en un franja limitada por la Ruta Provincial 62 hacia el Oeste, y por el río Quilquihue hacia el Este. Se plantearon diversas densidades que combinan un uso residencial con un uso comercial, orientado a la descentralización de la ciudad. Con un estimado de ocupación total de alrededor de 4.000 personas, se propone asignar  33.428,7 m2 a espacios verdes;  96.204,4 m2 para reserva fiscal; 352.450,1 m2 para caminería; y 917.916,8 m2 de urbanización en macro manzanas. 

Después de la presentación se leyó un texto enviado por Diego Alejandro de la Vega Wood,  representante del Proyecto Urbanístico El Nido, lindante con el del Fideicomiso Nuevo Lolog, explicando la posibilidad de pensar en conjunto el abastecimiento de agua, al igual que una planta de tratamientos de efluentes.

Debido a la ubicación del desarrollo, la preocupación general que plantearon la mayoría de los expositores estuvo relacionada con estos dos temas: la toma de agua del Río Quilquihue, que abastece también a toda la ciudad, y el tipo de tratamiento que tendrán los efluentes cloacales, justamente para evitar el vertido sin el tratamiento adecuado sobre el río.

Parte de esto fue plantado durante la exposición de la Defensoría del Pueblo y del Ambiente, a cargo de Fernando Bravo y Gonzalo Salaverry. También expresaron un planteo sobre la necesidad de prever la generación de tránsito vehicular que va se consecuencia del desarrollo. Asimismo, Fernando Bravo realizó un planteo específico sobre la aplicación de la Renta Diferencial Urbana, y sobre un tema complementario a partir de los servicios deficitarios que se presentan en la ciudad. 

Sobre esto, Bravo dio cuenta de las experiencias de otras localidades en donde se crearon fondos de infraestructura a partir de una “tasa de impacto” que se cobra a los desarrollos urbanísticos, los que generan una nueva carga a la ciudad. 

Posteriormente hizo uso de la palabra, el ingeniero Pedro Kocourek, quien cerraba la lista de oradores inscriptos y se refirió también al tratamiento de efluentes pensando en la toma de agua. Después también hablaron el arquitecto Pablo Velasco, haciendo referencia a mantener los caminos como corredores turísticos, pensando en la Ruta Provincial 62 y el ingeniero Flavio Caldas, destacando la necesidad de la planificación urbana por parte del municipio.

Luego, la arquitecta Carolina Amaya, directora del Instituto de Vivienda y Hábitat del municipio, se refirió a algunas cuestiones específicas relacionadas con algunos Factores de Ocupación de Superficie (FOS) del proyecto que alcanzaban el 70%. Después, un vecino Carlos Serra que se refirió a las condiciones del desarrollo por etapas, felicitando a la empresa. Le siguió en el orden la arquitecta Brenda Robert, quien enfatizó la necesidad de planificación para la ciudad, y también mencionó los FOS que los consideró altos y alertó por la toma de agua.

Cerraron la lista de disertación, los concejales César Meza, Sol Petagna y Carlos Menéndez, los que coincidieron en los trabajos de planificación urbanística que desde el Concejo Deliberante se han iniciado con la revisión de las normativas vigentes, que muchas tienen más de 30 años.